miércoles, 7 de marzo de 2012

Lo que no se nombra

«Rómpase en casos no cotidianos» 




Hay algo que se satura
de alcohol, café y lagrimas
eso debe ser el alma;


Con la sonrisa más amplia
y los ojos saturados de salitre y agua
confieso que siempre es mejor
recibir la injusticia, que cometerla.


No es el agua cuando abunda
lo que hace enraizar al roble
es la sequía,
lo que lo ata a lo profundo de la tierra.


Las tentaciones sólo las ve
quien quisiera ir al cielo,
lo demás, están en su lugar
lo que no se nombra.


Ebrio de castidad, está noche,
vivo el vacío de la habitación
directamente proporcional
al cuadrado de la soledad.


Se que es el frío,
lo que revienta las maderas
y el uso,
aquello que las embellece
así persisten,
esa es su verdad.


Que la flor cortada o no,
se marchita, pero la piel madura
tiene su belleza, yo la veo;


La luna que quiso tocar el cielo
cuando era una piedra incandescente
ahora es una bola de cristal rota, vacía
que quiere predecir un futuro incierto.


Se esmera la sensatez
en pulir lo visible
se viste de cordura
la piel; pero cuando los antojos
se comen a las sonrisas
a mi me da por llorar.


Uso estas líneas para enamorar
al fuego, que me quema;
pero el viento que atiza las palabras,
me hace polvo, ceniza y llanto.


Sin su propia tristeza,
se van alejando
las palabras cuerdas
y la puta gramática.















Ahora es un adverbio de tiempo, 
juntos de lugar, y en plural.
Ahora juntos: la flor, la luna, el frío ¿Qué?
¿Sólo sonreír, con la sonrisa del idiota enamorado?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El dialogo es el caldo, donde se cuece o cocina la vida…