domingo, 27 de mayo de 2012

Un día… atípico.


                   Habrá días de fuet
                    y nuez de la india,
                   o tardes de Oporto
                 con noches de hotel
               y sabanas blancas de
                    brocado y encage.

  Habrá días de un sol ardiente
  y esforzados sudores oscuros
  de la piel calada por la fuerza
y el peso en las tripas y su eco,
tardes para reposar los silencios,
con esas noches, vacías, lentas
para los presos del asfalto gris.

 Habrá que salir con la cordura
  en la piel a escoger ese futuro
que se compartirá con el banco
 y unos vecinos anónimos pero
 pero hoy no distantes, puestos,
   que a todos se nos ha muerto
  una confianza, frágil y friable
 habrá que salir ese día y otros
 muchos más, a punto y coma;
 aquí, no hay párrafo completo.

Ni suficiente apatía, por crecer.