miércoles, 15 de junio de 2011

domingo, 12 de junio de 2011

Polvo eres

Había polvo en el aire
del que no asienta y se levanta
hasta alcanzar la luz
y que aún sin viento, revuelca,
desde la memoria.
Era opaco,  con olor a muerto,
a pobreza.

No sé en que piensa,
o como lo hace, se respira,
se calla, no miente,
ni hace ruido
sólo acaricia la piel
de los desamparados
los que no esperan nada,
porque dejaron la esperanza
con los pañales.

Si no hago cosas normales
no voy a cambiar a nadie,
de talla o de vestido,
ni a los muertos, de lugar.

Había también sonidos
era el hambre de los niños,
pedazos de un silencio roto
lo inconcebible, la imagen
de los huesos
¿Acaso ese polvo era su piel?

Cuando se está solo
el hambre acecha… y el frío,

Y, lo que es demasiado bueno,
no es real. Espera:
¡ hay un nuevo lamento !
que fue virgen, arrastrando
su imen reventado y sangre
que oculta el azul del cielo.

Dioses de polvo que quitan,
detienen nuestras manos
en esos días que, sin control,
tocan el dolor.

Había, una niña hablando
con su vacío, de estar juntos…
preñada de ausencia.

¿Y si abonamos el destino?

¿Sin palabras…? sólo dando.

Sabemos bien, y todos
de donde vienen:
el hambre y el frio,
es como vives la piel,
no es como te ves, en ella.

Es mi hambre y mi frío,
que por haber, los hice míos.