martes, 3 de junio de 2014

Envejecer…

A quién corresponda…
Envejeció de pronto,
su dieta carecía de sueños
no faltaba falsa compañía,
ni lujos, metales o placeres,
como aderezo de manjares;
el tiempo, se pudre solo.

Unas gotas de sueños
entre pasiones tiesas,
sus miedos despertaron
y de tormentas llenaron,
sus profundas tristezas.

Toqué mármol en su piel
con las emociones presas,
entre las revueltas piezas
nunca hallé esa miel.

¡Que corrupto es el tiempo!
Que promete ilusiones,
su sigilosa visita
deja huellas,
son apuntes del cuerpo
para no olvidar
…si miento.

Llegará la visita oscura,
inesperada, tajante,
—decía casi sonriendo—
como si fuese súbdita
de un poder,
la muerte.

Dolor que dicta líneas
en la piel y el alma
pero sólo deja apuntes
para enfrentar al destino.

…que de cuando en cuando
se rinde ante los sueños.