martes, 15 de enero de 2013

En la mengua


En la mengua,
debí mezclar la sinceridad,
su mengua, con la intensa soledad
que sin arrepentimientos inútiles,
ocupa el tiempo de éste espacio.
ô                  ô
-¿Qué valor tiene un sacrificio?
tiempo, en la mente,
sin éstas emociones
que sí se expresan
así sin más, ligeras;
sin código de barras
ni precio ni etiqueta,
a falta de instructivo
tal como un destino,
cada luna mengua, 
por su propio ciclo.
———
Lo que florea se seca,
y cuando esto sucede,
se producen semillas,
aún mientras mengua,
Algo parece respirar,
así el aire
cuando entra
o cuando sale
ya no es el mismo.
Y después será fácil,
al escuchar, si llovía
en la noche y el día,
 habríamos querido,
haber querido vida,
las pieles se gastan,
mientras menguan,
así el ciclo de vivir,
sin código de barras
ni precio ni etiqueta,
a falta de instructivo
tal como el destino,
toda vida mengua.
[   ]

¡Está ese medio
en que se vive!
¡En la humildad,
hay los amigos
bien dispuestos
y mutua alegría!
Es que el mundo no me da igual
si las arrugas ya cortaron su piel
y descubrí en ellas éste universo
de carne y cuero,
también en la ausencia,
sin código de barras
ni precio ni etiqueta,
la estancia mengua
un lugar sin tiempo,

¡Está ese medio en que se está,
con la humildad de los sonidos
bien compuestos y toda alegría!
.:.:::.:.
El cielo es mi casa con una nube
donde no hay un pasado
ni nadie que sepa del él
o de un nosotros
de esos secretos que enterramos
en los encuentros rotos del alma
a la mitad de la nada nos hallamos
selvas con semillas de esperanza
bosques encantados de árboles
que sólo dan el fruto de la ciencia
alguien comió del bien
y alguien saboreo el mal
sin código de barras ni precio
ni etiqueta, tal como el destino,
después de menguar, lo que crece,
muere, ¿…y ya?
¡Está ese medio en que se crece!
¡En la humildad, hay los suspiros
dispuestos a salir con armonía!
<><<>><>
Menguar no resulta malo
crecer y menguar
es el tiempo cuando
dejado de negar en bloque,
sin código de barras ni precio ni etiqueta,
tal como el destino, para quien está vivo,
¡Está ese medio en que se vive,
en la humildad hay experiencia
que se encuentra, no sin alegría!
Hay quien prefiere dejarse así
morir sin gritar hasta el hastío
que lo mas lindo en la cuadra
sin código de barras
ni precio ni etiqueta,
a falta de instructivo
tal como un destino,
que trae éste dolor
¡Estará ese medio
en que en el dolor,
sin humildad,
hay quien se miente
porque no encuentra alegría!
º º º º º º º º º º º º º º º º
Confundidas verdad y mentira
hasta matar nuestros sueños
sin código de barras
ni precio ni etiqueta,
tal como el destino.
¡Está ese medio en que se vive,
en la humildad hay los amigos
bien dispuestos y mutua alegría!
^ ^  ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^
Lo que importa al entender la música
sin llamar pobreza, miseria al silencio
pretensiones infundadas de la bondad
como brilla un diamante loco, sombra
que para su familia era tesoro y precio.
Sin código de barras ni etiqueta.
¡Está ese medio en que se llora,
con humildad entre los amigos
bien callados y mutua compasión!
A veces la vi llorar,
su arma preferida,
lágrima que sola
brilla en soledad,
toda ausencia
valor específico
a lo que somos
el escaso placer
de coincidir
en la vida
pasar por aquí
entre alguna esperanza
la escasez de amor
de recursos
trae lo propio
 la simple verdad
de… estar, y temer
a ser lo que se es
sin código de barras
ni precio ni etiqueta,
tal como el destino
¡Está ese medio
en que se quiere,
en la humildad,
están los amigos
bien dispuestos
mutua confianza!
¿Quién se avergüenza de simplicidad?
La simplicidad que enseña lo esencial,
de esas conversaciones ya sin sentido
nada en la belleza de ésta civilización,
hasta los complejos rituales religiosos,
sufren, si a la música falta simplicidad
¡sin código de barras, precio o etiqueta,
sin un instructivo, tal como el destino!
¡Está en medio ese vacío,
la humildad, los amigos
dispuestos una alegría!
- - - -  - - - -
¿Qué encontrar
dentro de sí mismo?
la fuerza para así
llenar y compensar
esos vacíos externos
falsas apariencias
sin código de barras
ni precio ni etiqueta,
tal como el destino,
incluso lo escaso expresa
la sinceridad del corazón
por está gran simplicidad
de quien controla a la ira
y restringe a los instintos
como el lago en la montaña
que poco a poco se evapora
la montaña recibe humedad
y espera en esa simplicidad; 
la ira se disipa en la quietud
y el instinto en la restricción
Menguar enriquece mucho
aspectos propios en el alma
enfrentar al mar en soledad
el agua que rodea ausencias
sin piedad
ni código de barras
ni precio ni etiqueta,
tal como el destino.
lo mismo
al llevar cosas del mar
hasta lo más profundo
de demás
disposición
y consciencia,
cosas tan serias
como el viento,
cambia de amor
y de cama
al ser juez y parte
de está dignidad humana
sin código de barras
ni precio ni etiqueta,
tampoco instructivo
tal como el destino.
tesoro preciado
de los buitres
mente brillante
y ondulante
necesidad al servicio
de un sueño gris
de la propia posición
en un ahí, desde aquí
así servirse, también,
con amor a sí mismo
sin código de barras
ni precio ni etiqueta,
tampoco instructivo
tal como el destino.
¡Está ese medio
en que se vive,
en la humildad
hay los amigos
bien dispuestos
y mutua alegría!
¨ ¨ ¨ ¨ ¨
Disminuye,
sus errores,
así los demás
si se apresuran
poder así reunirse
sin código de barras
ni precio ni etiqueta,
a falta de instructivo
tal como el destino.

lunes, 14 de enero de 2013

Paraíso

A mi sólo me queda construir un nuevo paraíso, para ello, hay que plantar un árbol de la ciencia del bien y del mal, en tierra muy fértil de preferencia húmeda; bajo un cielo azul; puede ser cerúleo o mas tirándole a claro ; esperar a que crezca y creérselo; bueno las semillas son escasas las han venido pasando por generaciones y generaciones, se las robaron del primer paraíso, dicen…

Entrégame a tu colera


En Arial, que es mas seria,
a quien amo con traición.

Cólera.

Océano enorme. Tú, fiero corazón,
a falta ritmo derrochas el mal
tú, silencioso, acechas cada flotilla.

Voy más allá de la orilla
donde se pudre mi cuero
y soy de tus olas prisionero.

Entrégame a tu cólera, tremenda,
que ya pasé la vida perdonando,
Yo entendía todo, así me fui dando.

A ti me doy, soy más que ofrenda,
has que tu sal queme al misionero
yo quiero del rencor ser prisionero.

Una vulgaridad me acosa,
tal cual cosa,
me ha querido comprar.

¡Usarme, que soy hombre!
¡Eh! grandioso mar,
has que me fatigue yo en tu fosa.

Entrégame tu cólera sin nombre
que con ella, la razón se asombre,
para así quebrar lo que me ofenda.

Si falta en el aire quien comprenda
una pena yo me quedo,
sí, viví la vulgar escena.

Marea roja, que salvaje es la pena
quisiera no entender, pero no puedo
es la vulgaridad lo que envenena.

¡Eh! mar. Quita de mi corazón el miedo.
empobrecí porque entender abruma,
adormecí porque aceptar sofoca.

¡Bendita sea tu cólera en mi alma!
¡Dame la fuerza de romper la roca!
Que tengo el corazón como la espuma.

Yo que soñaba ser como tú eres:
en las preciosas tardes que mi vida
bajo las cálidas horas se aún abría
sí, soñaba ser fuerte como tú eres.

Generoso amplio compartido
sólido amo del silbido
que anuncia la tormenta.

El corazón batido
ya grita o se lamenta
mientras la cólera alimenta

Mírame ahora, pequeño miserable,
ahora el dolor vence, soy amable.
Tener tu cólera tremenda, mi sueño;

Mar, dame un incansable empeño
entrégame el dolor de tus pesares
para tornarme soberbio, inalcanzable.

Dame el sabor de tu sal, para mi aire
a mi sangre tu modo, tu fiereza
quiere lo que hoy es despojo…

¡Ser, tempestad y todo enojo!
para enfrentar la ofensa con arrojo
que está voz insulte con destreza.

Desdicha hay en mí, soy un abrojo,
sucumbe el alma en la pobreza
que como el mar, es agüero.

La ciudad pudre al aguacero
la traición hiere inequívoca
a mi pequeña vida, dolor provoca.

¡Que puedo librarme de su peso!
Vuela  esperanza, vuela
puse amor, he un ser horrible.

Una arteria incontenible
cicatriz que siempre duela
error en mi memoria, sea visible.



domingo, 13 de enero de 2013

Pensando…




¿Será más fácil mirar afuera, que afuerear adentro?
ser así como edecán de compañía, pupila, lastre…
quien nace para mar, no se conforma con la orilla.