viernes, 6 de diciembre de 2013

Sólo para Runa…

A Runa…


Los horóscopos tendrían que estar de luto
por elegir entre el olvido o la memoria
de un saco de pulgas que va buscando
el aliento último, de un sabueso astuto.

Las amapolas discuten por la tarde
sobre el bien y el mal, mientras el cielo:
envejece sólo para Runa, para tomarle.

Los afectos escapan y se acomodan
en ningún lugar de la existencia
donde se cierra el ciclo de la vida
y el otro amor también duele
más allá de los festivos violines,
que persiguen entre nubes espesas,
sus lamentos,
o
cantan al cauce del último rio
y su barquero ciego.