A mi sólo me queda construir un nuevo paraíso, para ello, hay que plantar un árbol de la ciencia del bien y del mal, en tierra muy fértil de preferencia húmeda; bajo un cielo azul; puede ser cerúleo o mas tirándole a claro ; esperar a que crezca y creérselo; bueno las semillas son escasas las han venido pasando por generaciones y generaciones, se las robaron del primer paraíso, dicen…
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El dialogo es el caldo, donde se cuece o cocina la vida…