Lo que más he querido
una mujer en el mundo
que me hace insistir
sin saber resignar
que lo profano es sagrado
dilatano las pupilas
la quiero a morir
y se pasea, como si nada
mientras la veo llegar
ningún reloj se atreve a andar.
una mujer en el mundo
que me hace insistir
sin saber resignar
que lo profano es sagrado
dilatano las pupilas
la quiero a morir
y se pasea, como si nada
mientras la veo llegar
ningún reloj se atreve a andar.
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El dialogo es el caldo, donde se cuece o cocina la vida…