Un amor, por así decirlo,
"más amistoso",
menos traicionero
y más sincero.
Un amor que tenga
como fin el crecimiento
y la solidaridad,
sin degeneración o decadencia.
Que el temor hacia la muerte,
no es la aceptación, sino morir
en el momento oportuno.
La muerte pierde
su cualidad aterradora
si uno muere
cuando ha consumado
con amor, su vida.
Vivir cuando se debe hacerlo,
y así morir es justo,
desde ése amor
uno no vive el sueño de otro
sólo lo propio compartido
cotidiano, sólo así.
"más amistoso",
menos traicionero
y más sincero.
Un amor que tenga
como fin el crecimiento
y la solidaridad,
sin degeneración o decadencia.
Que el temor hacia la muerte,
no es la aceptación, sino morir
en el momento oportuno.
La muerte pierde
su cualidad aterradora
si uno muere
cuando ha consumado
con amor, su vida.
Vivir cuando se debe hacerlo,
y así morir es justo,
desde ése amor
uno no vive el sueño de otro
sólo lo propio compartido
cotidiano, sólo así.
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El dialogo es el caldo, donde se cuece o cocina la vida…