Disipadas las tinieblas
el horizonte se incendia
una bóveda, metálica
que se diluye, en el tiempo
—son sólo nubes.
Los últimos días largos,
el sol regresa, al sur
y viene el frío.
El placer es la luz,
y verla
mientras inunda Todo,
hasta la razón.
Ahora el aire
se preña de sonidos…
«el canto de los pájaros
va haciéndose real»
y el aire más frío
sede…
en el aire:
hay pláceres y placeres.
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El dialogo es el caldo, donde se cuece o cocina la vida…