miércoles, 22 de agosto de 2012

Con gracia, los perversos, los «cabrones» confunden bondad con estupidez…






Dando vueltas sobre mi yo, y mi mismo y, tentado por el tequila,
me encontre a mi, mirando la belleza, su gracia.




                                                                    LA GRACIA


Manteniéndose firme como la montaña
es oscilante el fuego
nace de las profundidades secretas
y arde iluminando
es el mismo que templa los más duros metales,
y cuando su luz ilumina y es agradable,
…no brilla lejos.
En la belleza, la gracia es su expresión.
Las formas hermosas sirven para iluminar
lo inmediato
pero no lo importante,
lo que requiere seriedad,
                                                   y la obliga.

La belleza de la forma es para toda unión
orden y grado, sobre el caos…
su gracia tiene parsimonia
en las cosas pequeñas:

El sol ocupa
y la vida del mundo depende de él,
la variedad es la luna y las estrellas,
lo que ocurre en el cielo.

                                             Los asuntos humanos son humanos:


            y progresan si se aclaran los negocios 
                    corrientes
      no los fundamentales…

ahí la belleza tropieza ante la ética
en riqueza y abundancia:

Mi gracia va mis pies, ¡dejo el carro y camino!

La tarea es avanzar, buscar las oportunidades
pero no ayudas dudosas de falsos pretextos;
en cerros y jardines, el capullo, pequeño y modesto
es la propia humillación, ¡su metamorfosis la fortuna!
y dice Ernest H., el amigo que hace cuentos
que o se miente o se engaña; pero no ambas
porque cierran el libro.

El materialista juega su juego, mide su ganancia
pone su apuesta en los metales
y sopesa lo que pierde,
así es que cree que gana…

El que se retira del pueblo
y va a las montañas,
donde no hay ostento ni lujo;
también hay soledad. Que quisiera acompañada.

Mis regalos son pobres y escasos
lo que me hace sentir vergüenza;
pero allá, en la montaña
no son los regalos los que cuentan
sino la sinceridad de los sentimientos:

Lo simple no puede ser error.
Quien no sabe esto, no sabe querer…

Es mejor decir poco que todo
el ornamento desaparece
y los valores son plenos.

La gracia perfecta consiste en la sustancia,
no en el adorno exterior
es la mayor simplicidad de las formas.
Esto esconde un peligro
la simplicidad es complice y se contagia
a diferencia del puto egoismo… 

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