jueves, 12 de septiembre de 2013

Despertar(se)

Un extraño canto
una boda poderosa
los santos sacramentos
los placeres y su gracia.

Sobrevivientes suburbanos,
lindas damas de suburbios
en sus sobrios silencios
un trueque de flores y lágrimas.

Hablando en serio
de cicatrices, torres y golpes
allende la frontera del mar
donde se ahogaron sueños

Opulencia y libertad…
bailan sin paz (en guerra)
la canción más terrible
con la muerte, que espera.

Sonrisas que piensan en balas
es sólo una canción de terciopelo
y pienso en ti, en tu muerte lenta
en los sueños que juntos amasamos.

Veo a los otros, su silencios
reparten viejos dolores
de hachas estridentes
y páginas elocuentes.

La Iliada puso un margen
lo demás es gramática
sin voz ni garganta
que presten palabras (de frente).

¿Quién teme a esta guerra?
¿quién vende sus miedos?
Nadie vende compañía
pero hay quien la compra.

En la pequeña realidad
se esconde el amor
agradece al tiempo
su regazo suave.

Tres por cuatro doce
desde abajo se conoce
el miedo al poder
por nacer de mujer.

Como lloran las notas
así los soldados con botas
mueren por jugar
a las banderas sin parar.

















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