sábado, 16 de julio de 2011

Conversación

Conversando emerge a la luz una veta inagotable de hechos y situaciones emocionales, allí donde se habla, se aprende a hablar. No es fácil estar atento, escuchar al que habla hasta que ha terminado, recordar y tomar nota de la conversación de los demás, esperar para intervenir, hablar evitando repetir los conceptos ya expresados y llevar adelante la charla colectiva como una construcción racional que va elevándose poco a poco. Quien no sabe regalar tiempo e inteligencia no sabe vivir manteniendo la tensión de espíritu. Cuando algo nos gusta lo hacemos sin recibir nada a cambio, aunque cueste trabajo y esfuerzo.

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El dialogo es el caldo, donde se cuece o cocina la vida…