viernes, 18 de febrero de 2011

Miedo

Siento el miedo
de un condenado a muerte,
ya sin la incertidumbre del juicio
con la convicción del tiempo detenido,
que no repara y espera la fecha final.

Miedo seco y vacío.

Pero no hay condena, ni fecha,
solo miedo…
la puerta hacia el lado oscuro.

La muerte me espera como siempre
como a todos…
El lugar imprevisto
el momento inesperado;
con lo puesto en alma que se irá,
no en el cuerpo que se pudre.

Aún me sé vivo y con vida
no ha terminado el tiempo
y bosquejo futuros,
sobre los desalentados encabezados
de los diarios,
sobre estos papeles, que sólo son eso,
y que describen la historia
mientras ésta pasa
y sucede.

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El dialogo es el caldo, donde se cuece o cocina la vida…